Una mano en la Obra y la otra mano en La Espada

Y cuando oyeron nuestros enemigos que lo habíamos entendido, y que Dios había desbaratado el consejo de ellos, nos volvimos todos al muro, cada uno a su tarea. Desde aquel día la mitad de mis siervos trabajaba en la obra, y la otra mitad tenía lanzas, escudos, arcos y corazas; y detrás de ellos estaban los jefes de toda la casa de Judá. Los que edificaban en el muro, los que acarreaban, y los que cargaban, con una mano trabajaban en la obra, y en la otra tenían la espada. Nehemías 4:15-17

Nehemías fue un líder importante en el pueblo de Dios, restaurador de murallas, fue un hombre que Dios llamo para los tiempos de la cautividad de su pueblo en Babilonia y el retorno a Sion. Su misión era la reconstrucción de la ciudad de Jerusalén y sobre todo la restauración de la vida espiritual de los israelitas que habían regresado del cautiverio.

Nehemías representa un líder comprometido con la obra de Dios, hoy en día vemos muchos líderes como él, que sirven a Dios y trabajan para su obra.

En la actualidad el cautiverio no es como el del pueblo de Israel en aquel tiempo. El cautiverio existente y real es una vida lejos de Dios, una vida atrapada y encarcelada por el pecado, una vida sin esperanza, así esta el alma que no conoce a Jesús.

El concepto de cautiverio espiritualmente es privación de nuestra libertad del alma, presa en manos del enemigo.

La palabra de Dios ha hablado desde su creación con el único propósito de ser libres y conocer la verdad de Cristo Jesús. Dios nos llama en todo tiempo en ser un instrumento útil en sus manos, ser libres del pecado y trabajar en su obra.

La principal obra de Dios es llevar el evangelio a toda criatura, trabajar en la Iglesia y luchar por la salvación de las almas. Esta es una obra que permanece hasta el final.

En el pasaje bíblico que leímos al principio nos destaca la importancia de poner nuestras manos a trabajar por la misión que se nos encomienda como hijos de Dios. Nehemías condujo el pueblo al propósito de Dios; ellos tenían una mano en la obra y la otra en la espada, para así estar apercibidos de los ataques del enemigo.

La espada es un arma espiritual que se nos ha entregado en este tiempo; representa la palabra de Dios y es con ella que podemos vencer al opresor. Es necesario mantener un hábito de estudiar la palabra de Dios para fortalecer nuestra fe y a su vez ejecutarla en la restauración y crecimiento de nuestras iglesias, no ser un miembro oidor sino también hacedor.

Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. Efesios 6:17

Te pregunto; ¿estás trabajando en la obra de Dios?, ¿Cuál es tu función como miembro de la iglesia?, es importante reflexionar como cristianos que estamos haciendo para el reino de Dios aquí en la tierra. Te invito a orar y estudiar a diario la palabra del Señor; con toda seguridad, vas a crecer y esa espada maravillosa que Dios te entrego te dará la victoria ante toda adversidad.

By Karina Gelves